A Pina, por cierto...
No es fácil adivinar las grietas,
hay que atisbar un poco de sueño
y mantener los ojos abiertos,
andar a paso de sombras
en la marea de piedra
que se aproxima desde los negros cuerpos
que yacen en manchas de luz.
Andar entre grietas
permite a veces fragmentarse
entre los más recientes olvidos,
atravezar la penumbra
sin temer la caída,
el suicidio, la mirada en llanto,
el paso hacia atrás.
Es más fácil ser grieta y no abismo cuando se está solo.
Es más fácil y hasta cómodo
ver cómo el cuerpo se reseca
se truena,
abandona su raíz
y se contradice en lo absurdo del espejo (vacío).
4 comentarios:
Mi César, si puedes comunícate conmigo, hoy es miércoles de literatura en el programa de radio y te programé como invitado para la recomendación. Intento mandarte correos pero me los regresa tu dirección de yahoo. Si puedes comunicate conmigo, mi mail: milenade@gmail.com. O te espero en radiozac a la 1 al rato. Un abrazo.
hola............qué bonito poema...........solem
gratzie, Cesar!
Tengo un hermano Julio César.
Y quien hubiera podido ser mi hijo se habría llamado Bruno César...
En estos días perdemos toda oportunidad de ver a Bruno César en este mundo: me quitarán la matriz y todo eso que huela a mujer...
c´est la vie!
Lo bueno es que Bruno existe y es quien riega de felicidad esta vida que hace posible que leas estas letras aunque no haya podido llegar ningún descendiente a nuestra vida.
Gracias muchas por el poema y saludos.
César,
me gustó mucho tu blog. Sobre todo, tu manera de escribir. Esa forma tan expresiva y a la vez tan personal.-
También visitaré con mayor frecuencia tu blog.-
Se despide una nueva lectora de tu blog, bajo una luna de acuarela.-
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