martes, febrero 10, 2009

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Me dicen que esto es fácil, hay que relajar las manos, escuchar musiquita, de preferencia que suene tristona aunque no lo sea, recodar los viajes, los cielos, los límites y los pasos compartidos. Traer a la memoria imágenes, viejas, recientes, no importa el tiempo que han permanecido olvidadas, sólo hay que dejarlas caer como si fueran un puño de instantáneas que se agolpan sobre la mesa y recogerlas de a una por una y sonreir de vez en cuando. Me dicen, me han dicho que es fácil. Que no importa el frio, ni la lluvia, ni el silencio, ni las distancias insalvables, que siquiera importa la sorepresiva rutina de la ausencia, ni el eco de la sangre, ni los vidrios esparcidos en las venas, ni el furor de los muertos que no aparecen nunca, que si todo esto no importa y lo veo y lo siento y lo olvido a cuentagotas será fácil, determinantemente mas sencillo conjurar a la locura, atrapar los vientres convertidos y asumir el riesgo de olvidarte.

2 comentarios:

jose fá dijo...

qué lindo, César

aunque... no te creas lo que dicen

algunos de los elementos y conjuros enunciados están de más y otros que (obviamente) no mencionas, de menos

igual, no pierdes (no mucho más de lo ya extraviado) al intentarlo

Abrazos

Pina dijo...

César estimadísimo:

¿cómo crées que me haya olvidado de vos?, he seguido pasando por tu blog, pero por un momento pensé que también andabas ocupadísimo como yo.
Me ha encantado este post tuyo y coincido con mi comadre jose_fa, esto es lindísimo. Tanto que me encuentro conmigo al leerlo.

Ay, Chicharrín!... va un abrazo después de tanto tiempo de no saludarnos, pero lleno de este fílen, como el del post.