lunes, julio 09, 2007

...y entre la sístole y la diástole habia un viento terrible y tierno estrujándole el corazón



Hace ya más de un mes que regresé de Monterrey. Las carreteras me dan miedo por las noches; también el ruido de los grandes camiones, la cercanía tan furtiva, el encontronazo, el claxon y el cambio de luces. Me da miedo que los autos y los árboles y las líneas blancas y amarillas pasen de una manera tan veloz. Pero mientras regresaba, me daba miedo ver a Santiago tan imperturbable, tan tranquilo, como si todo ese tiempo que pasó en Monterrey hubiera sido un mal sueño que todos soñamos excepto él. Lo toqué en su espalda desnuda y pude sentir la cicatriz, nueva, casi fresca. La volví a tocar por encima, como si la acariciara, volví a sentir su piel partida, ajada, pero Santiago me ve, sospecha mis ganas de llorar y sonríe sólo para recordarme que él está bien, le sonrío pero no logro engañarlo, nota mis lágrimas y se enoja. Tiene un enojo perpetuo hacia la tristeza. Dentro de diez días regresamos a Monterrey, Me sigue dando miedo el camino. Cuando lleguemos allá no va a haber nadie que nos espere, nos iremos casi directamente al hospital, tal vez lo conecten a todos esos aparatos a los que estuvo conectado, pero tengo la esperanza y hasta la fe de que no será por mucho tiempo. No importa, igual que la vez anterior vamos a regresar, tal vez con unos kilos de menos o con la sensación de muerte en cualquier esquina o con el olor a sangre en cualquier semáforo o con el asco inigualable hacia las cucarachas o con un paquete inmenso de medicinas. No nos importa, vamos a regresar.

9 comentarios:

Vania B. dijo...

Qué bueno que hayas vuelto. Un abrazo hasta el norte del mapa.

Anónimo dijo...

Cesar,

Sin duda alguna considero que eres un poeta, con toda la extensión de la palabra, no cualquiera tiene esa finura, esa sensatez, esa pasión para expresar lo que esté o no en lo más profundo de un corazón, cómo diría Joaquín Sabina, "Un corázón podrido de latir"...

Un corazón enraizado en un espiritu desfigurado, y en un cuerpo que se materializa en ese ir y venir de la vida... Te Felicito Y Admiro ¡

Y ojalá que algún día, pueda llegar a insipirar un verso de tu parte.

Bernardo Araujo dijo...

tal vez no haya quien los espere allá, pero habemos quien les espera aquí.

no son ya las palabras, si no esta realidad que nos aplasta la que escribe

jose fá dijo...

Què bueno que has regresado, Cèsar, te abrazo fuerte (pero eso ya lo sabes)
Tu Santiago es fuerte y de èl sacaràs fuerzas tambièn tù. Què bueno, porque las carreteras nocturnas y los hospitales y el no saber y el dolor.
El 25 de este mes es su dìa, abràzalo anticipadamente.

Y un beso.

Sandra Becerril dijo...

Todo saldrá bien César... todos acá estamos rezando por tu bebé. Esta situación es muy dificil para ti, lo sé, pero cuando regresen los 3 y todo halla pasado, será sólo una pesadilla...

un beso

Anónimo dijo...

Bajo, estrellado manto nocturno y a través de la distancia, vuelan hasta ti mis suspiros, mis incógnitas, mis deseos, mis admiraciones...

Y un beso tibio, melancólico, audaz y persuasivo queda suspenso esperando un encuentro. Felicidades mi Poeta ¡

Aracely Beltrán dijo...

Hola cesar...

¿Que ha pasado con tu bebé?...

La Vero Vero dijo...

Vengo de tiempo.

Veo que la nueva vida ya se hizó. Y esta, como todas, para dar lecciones. A aprenderlas compañero, con fuerza, que él para eso vino: para hacerlas renacer.

Un abrazo súper fuerte.

Anónimo dijo...

"Del lado de acá" también hay quien te reciba...

cualquier palabra por ahora me parece que sería algo así como un lugar común...

pero nunca está de más.

Espero que todo esto, lo único que quede sea la cicatriz...

Un abrazo y un beso a ti y a tu familia, gracias por estar y aquí estaré.

LA FEA