lunes, diciembre 04, 2006

Los días de la sirena


Hay días en que la sirena está triste,
tiene un arenoso silencio en los ojos,
el mar se derrama en sus manos
y ella se desnuda hasta la sangre,
pero se desnuda en realidad,
hasta que le duelen los fantasmas,
hasta que hace de la piedra la palabra.

Se acuerda del mar y llora,
salta a la calle y despierta
con el insomnio de las flores,
aprende a sufrir,
a soñar con la reuma de los muertos,
deshace las ventanas,
las plaga de silencio,
se pierde en el fondo de los espejos,
su sombra se tira al pozo,
mientras la luz se asienta
en la pulcritud de los vacíos.